Beneficios del Comercio Internacional

El comercio ha sido una actividad natural entre las comunidades humanas desde el principio de la civilización. Con el tiempo, se ha convertido en un mecanismo más complejo que maximiza la conexión entre sus actores.

Como resultado de este progreso, surge la necesidad de intercambiar productos y servicios a escala mundial en lugar de regional. Así es como surge la idea del comercio internacional, que se define como el intercambio comercial de bienes y servicios entre naciones en un esfuerzo por satisfacer los requisitos y deseos de sus respectivos mercados.

Los países que practican el comercio exterior o internacional pueden beneficiarse de una serie de ventajas que contribuyen al crecimiento de sus economías. Se las enumeramos a continuación: 

Mejor aprovechamiento de los recursos

Aumentar la eficiencia productiva, hacer un mayor uso de los recursos existentes, minimizar los costes de fabricación, crear puestos de trabajo y, en definitiva, estimular la economía son ventajas que las naciones obtienen al comerciar con otras naciones. 

Reducción de los gastos de fabricación

El comercio internacional permite importar bienes de naciones en las que el coste de producción es menor, sobre todo para aquellas cuyos elevados costes de producción son consecuencia de la escasez de recursos.

Da acceso a una mayor gama de productos disponibles en el mercado

La globalización de los mercados facilita la entrada de nuevas empresas, bienes y servicios en los mercados exteriores, facilitándonos el acceso a bienes que de otro modo no podríamos adquirir. 

Expansión económica y creación de empleo

Una de las principales ventajas del comercio exterior es la generación de puestos de trabajo, que impulsa la economía de una nación porque permite el comercio tanto a escala nacional como mundial. 

Permite la venta del exceso de existencias

Este facilita la comercialización de los excedentes en los mercados internacionales cuando la producción supera la demanda local.

Si desea conocer más de este tema, le recomendamos que visite el blog de la Ventana EBC.

¿Qué es el Comercio Internacional?

El intercambio de productos y servicios entre naciones se conoce como comercio internacional.

Los países pueden acceder a productos y servicios que no están disponibles en su territorio y ampliar sus mercados a través del comercio internacional. El comercio entre países hace que el mercado sea cada vez más competitivo. Al final, esto se traduce en tarifas más asequibles y ofrece al cliente un producto mejor.

Los países y los consumidores pueden adquirir bienes y servicios a través del comercio internacional que son más caros o no están disponibles en el mercado nacional.

Objetivo

En términos generales, el objetivo del comercio internacional y las transacciones financieras relacionadas es intercambiar bienes producidos en abundancia por aquellos de los que una nación carece; cuando se combinan con otras políticas económicas, estas transacciones tienden a elevar el nivel de vida de un país. La promoción de una mayor liberalización económica entre las naciones ha ocupado una parte importante de la historia contemporánea de las relaciones internacionales.

Tipos

• Comercio de exportación

Implica la venta de bienes y servicios producidos localmente a otras naciones, al igual que el comercio de importación. En teoría, se considera la antítesis del comercio de importación.

Las economías modernas dependen en gran medida de las exportaciones porque permiten a las personas y a las empresas acceder a un abanico mucho más amplio de clientes para sus productos. Promover el comercio económico, que beneficia a todas las partes implicadas en el comercio, es uno de los principales objetivos de la diplomacia y las relaciones exteriores entre Estados.

• Comercio de importación

Los productos fabricados en otra nación y comprados en otra se conocen como importaciones. Una nación tiene un desequilibrio comercial si el valor de sus importaciones es superior al de sus exportaciones. En pocas palabras, el comercio de importación es la compra de bienes y servicios a otra nación cuando la propia no puede fabricarlos en cantidades suficientes o a un precio competitivo.